Y por casa cómo andamos

06/05/2012 - Argentina

 

Especialistas del movimiento de mujeres analizan los alcances de las modificaciones proyectadas en torno de la división de roles en la familia, las responsabilidades parentales y los nuevos derechos de niños y adolescentes. El debate.

Por Sonia Santoro

De aprobarse el anteproyecto de Reforma del Código Civil, que en unos diez días estaría ingresando al Congreso para su tratamiento, un principio de equidad regulará las relaciones entre los géneros, modificando concretamente la vida de las mujeres: las tareas domésticas y de cuidados de niños, ancianos o personas con discapacidad, por ejemplo, tendrán una compensación económica en caso de divorcio o separación. “Me parece que por primera vez se hace un reconocimiento expreso al trabajo en la división del hogar y la división de roles en la familia, entre quien trabaja afuera y quien trabaja en el hogar. Y del valor que tiene eso”, dice Natalia Gherardi, directora Ejecutiva de ELA. De esta forma, un reclamo histórico del feminismo se verá plasmado en este marco regulatorio de la vida cotidiana. Especialistas del movimiento de mujeres analizan los alcances del cambio propuesto, así como el de la incorporación del paradigma de los derechos del niño/a, al que reconoce como sujeto, prohíbe los castigos físicos y otorga a los y las adolescentes poder de decisión sobre su cuerpo. “Pasamos de la patria potestad, poder sobre los hijos, a la responsabilidad parental. Es un cambio de concepto muy profundo. Ahora se habla de responsabilidades más que de obligaciones. Por eso el profundo impacto sobre los tratados de derechos humanos en este concepto”, explica Nelly Minyersky, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires que colaboró en la redacción del anteproyecto. 

“Esta regulación denota el estudio y el esfuerzo porque el derecho de familia pueda acompañar los cambios en la sociedad”, apunta Gherardi en relación con los cambios que propone el anteproyecto sobre la división de trabajo en los hogares. 

La iniciativa establece que los cónyuges se deben alimentos entre sí durante la convivencia y la separación de hecho. Y establece además un sistema de “compensaciones”: “el cónyuge a quien el divorcio signifique un desequilibrio manifiesto que implique un empeoramiento de su situación” y que tiene como causa “el vínculo familiar y su ruptura, tiene derecho a una compensación”. Para la fijación de esos alimentos establece, entre otros aspectos a tener en cuenta, “el trabajo del hogar, la dedicación a la crianza y al cuidado de los hijos y sus edades” y “la colaboración de un cónyuge en las actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge”. “Incluye por ejemplo el típico caso de una mujer que trabaja como secretaria en el trabajo del otro y, como es familiar, no tiene un sueldo. Hoy no se tiene en cuenta porque no hay sistema de compensaciones. Simplemente vos te divorciás y podés dividir la sociedad conyugal por partes iguales. A lo máximo que podés aspirar es a alimentos, si hay culpa”, explica Gherardi. Este sistema transforma todo esto porque ya no hay culpa. Basta con que uno de los dos no quiera ya vivir en el matrimonio; las razones subjetivas siguen existiendo, pero queda por fuera de lo que le incumbe al juez. 

Acerca del impacto que produciría este cambio, Gherardi advierte: “La ley nunca transforma la realidad, el derecho regula algunas formas de convivencia y, de alguna manera, las relaciones sociales. Ahora, que el Derecho reconozca que hay una división del trabajo y que hay valor en los diferentes tipos de trabajo no sólo por nombrarlos sino para que haya una consecuencia jurídica en caso de disolución sirve para hacer visible el valor”. 

Varias expertas coincidieron en que se trata de un cambio potencialmente transformador por lo que propone para el ejercicio de la autonomía. Hay un principio general de igualdad y lo que hace es buscar la manera de que esa igualdad se haga efectiva. Minyersky, sin embargo, sostiene que el principio está disperso en distintos puntos y que “habría que tratar de establecerlo más firme”. 

Para poner en contexto el cambio que implica la medida, vale recordar que, en 2006, la diputada Marcela Rodríguez había presentado un proyecto que buscaba modificar el artículo 199 del Código Civil para incorporar la responsabilidad compartida en condiciones de igualdad de la crianza y las tareas domésticas. El proyecto tuvo dictamen sin disidencias en las Comisiones de Legislación General y la de Familia, Niñez y Adolescencia pero “ante críticas de algunos medios”, dijo la diputada, no llegó al recinto. “Quieren exigir que los maridos compartan las tareas domésticas” tituló un matutino, y a lo largo de la nota recogió las voces de quienes consideraban la propuesta un “disparate” y decían que el Congreso “está para cosas más importantes”. 

Que “un principio de responsabilidades compartidas” tenga “el correlato económico patrimonial es lo menos que se puede pedir –insiste la diputada–. Pero lo que sería revolucionario en la realidad es que podamos tener este intercambio de roles en condiciones de igualdad” y no, como en la actualidad, que las mujeres nos conformemos con la frase “mi marido me ayuda”, cuando esa ayuda en general “es ir al supermercado y hacer asado o llevar a los chicos al parque”. “¿Cuánto ‘mi marido me ayuda’ hay que limpia el baño? Esta socialización ha implicado tal carga y tan fuerte que las mujeres nos decimos ‘mi marido me ayuda’, cuando se trata de entender qué es lo que corresponde que haga. Nada más y nada menos” (ver aparte) 

Para mayor información: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-193376-2012-05-06.html 


 

Se lanzó la campaña “Pongamos en blanco el trabajo doméstico” 

05/04/2012 - Argentina 

 

El anuncio estuvo encabezado por el Director en el NEA del Ministerio de Trabajo de la Nación, Marcelo Servello y el delegado en Chaco, Alcides Godano. Buscan concientizar sobre la obligatoriedad de registrar a los trabajadores de servicio doméstico.
Se lanzó este miércoles 4 de abril en todo el país la campaña “Pongamos en blanco el trabajo doméstico” impulsada por el Ministerio de Trabajo de la Nación con el objetivo de dar difusión, educación y concientización referida a la obligatoriedad que tienen los dadores de trabajo de registrar a las/os trabajadoras/res de casas de Familia (Servicio Doméstico). 

En Resistencia, el anuncio estuvo encabezado por el Director Regional NEA del Ministerio de Trabajo de la Nación, Marcelo Servello y el delegado de la cartera laboral nacional en el Chaco, Alcides Godano en la delegación Resistencia del Ministerio de Trabajo de la Nación ubicada en Arturo Illia 564 de Resistencia. 

“La registración es sumamente fácil. Hay que tener en cuenta que no se los incluye en el régimen general. Este es un régimen especial por eso son dadores de trabajo y no empleadores. No hace falta inscribirse como tales ni tampoco que tengan que sacar el alta temprana como cualquier trabajador del régimen general. Simplemente tienen que tener un formulario, el 102-B, que provee la AFIP. Esto puede conseguirse accediendo a la página de la AFIP, en cualquier dependencia de la AFIP o en la delegación regional de Resistencia del Ministerio de Trabajo en Illia 564”, precisó el funcionario nacional en declaraciones a FM Universidad. 

Servello agregó que “con ese formulario se llenan los datos del dador de trabajo, del trabajador de casa de familia, que simplemente lo que tiene que saber el dador es el número de CUIL del trabajador y se aporta en función de la cantidad de horas que preste servicio para esa casa, que va desde 20 pesos a 95. Cuando trabaja más de 16 horas semanales el monto total entre aportes y contribuciones es 95 pesos. Una cifra por cierto exigua que no ve resentida ninguna economía familiar”. 

“Consideramos que esta falta de registración se debe más a una falta de conocimiento sobre lo fácil y sencillo del procedimiento”, estimó el funcionario nacional. 

“Estos 95 pesos que aportaría el trabajador de casa de familia y solamente 35 el dador de trabajo cumple con las obligaciones que tienen que ver con la seguridad social respecto a una futura jubilación y a una cobertura de salud. Son los dos ítems que cubre este aporte y esta contribución”, explicó. 

No se pierde la Asignación Universal por Hijo

Por otro lado, Servello aclaró que el registro del trabajador de servicio doméstico no implicará la pérdida del derecho a la Asignación Universal Por Hijo en caso de que se la está percibiendo. “Esto tampoco es un impedimente para que se niegue la registración”, sostuvo. Y precisó que “los dadores de trabajo que están alcanzados por el pago anual de Impuesto a las Ganancias pueden deducir este impuesto respecto a las remuneraciones y contribuciones abonadas por un monto total de hasta 12.960 pesos. Con lo cual también es beneficioso para el dador de trabajo registrar a su trabajador de casa de familia, más allá de que es obligación y un compromiso social que esta persona debe asumir”. 

Para mayor información: http://www.chacodiapordia.com/noticia.php?n=63799 


 

Estudio de caso Mujeres y Participación Ciudadana: Contribuciones al desarrollo, la equidad de género y la gobernabilidad desde el voluntariado

26/03/2012 - Argentina

 

Rosario, Argentina / El Estudio de Caso forma parte de la Investigación “Mujeres y Participación Ciudadana: Contribuciones al desarrollo, la Equidad de Género y la Gobernabilidad desde el Voluntariado”, que lo implementan en conjunto ONU Mujeres y el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), con el apoyo de Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario.

El objetivo de este estudio es visibilizar las contribuciones que realizan las mujeres voluntarias y sus organizaciones a la gobernabilidad, a la equidad de género y al desarrollo a través de su participación en procesos de incorporación de enfoque de género en los presupuestos públicos locales. 

Este estudio se lo desarrolló en el Municipio de Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina. Se seleccionó una muestra de 64 mujeres, dentro de las 250 consejeras que participaron en el Presupuesto Participativo 2010. 

Se aplicó 64 encuestas, entrevistas a profundidad y grupos focales. El formato de los cuestionarios es igual a los que se emplearon en 11 municipios de Bolivia y 1 de Ecuador, ya que así fue diseñado para poder realizar un Estudio Comparativo de los tres Casos. 

A continuación se detallan algunos de los resultados del análisis de los datos obtenidos: 

Respecto de las características de las mujeres encuestadas 

La mayoría de las mujeres que participan en el Presupuesto Participativo (PP) está en el rango de edad de 46 a 60 años, lo que permite inferir que no tienen niños pequeños a quienes cuidar. 

Se constató un importante nivel de educación formal, siendo que el 59,4% posee nivel secundario o superior. Con respecto al tiempo dedicado a actividades laborales remuneradas, se observa que el 42,2% de las mujeres no realiza trabajo remunerado alguno, y que el 68,8% de las mujeres trabaja menos de 20 horas semanales o no trabaja, es decir que la mayoría de la mujeres que participaron en el PP no tienen una carga horaria laboral importante. 

En lo que respecta al trabajo doméstico para el hogar, el 50% de las mujeres le dedican más de 20 horas semanales. De ello se desprende que la gran mayoría de las mujeres voluntarias dedica parte de su tiempo al trabajo doméstico no remunerado. 

El 71,9% de las mujeres en el último mes realizó trabajo no remunerado de manera voluntaria. 

El 69% de las mujeres que participan en el PP, además realizan otras actividades voluntarias en algunas organizaciones. Este resultado es muy significativo porque muestra un alto grado de involucramiento social. 

En referencia a la situación económica de las mujeres que participan en el PP, podemos decir que el 62,6 % tiene un ingreso personal igual o superior al salario mínimo vital y móvil. Esto demuestra que uno de los elementos que facilita la participación es el tener una situación económica favorable. 

Tomando las palabras de una de las mujeres que participó de los grupos focales: “Sin duda el PP es una herramienta que fomenta en las mujeres la participación, mujeres que quizás nunca antes lo habían hecho, se acercan como vecinas y luego del PP empiezan a trabajar en las redes de mujeres, organizaciones, etc.” 

Con respecto a los objetivos de las organizaciones en las que participan las mujeres, podemos decir que el 49% de las organizaciones responde a objetivos relacionados con la filantropía y la ayuda mutua, mientras que el restante 51% responde a voluntariados relacionados con la participación cívica. 

La mayoría (el 75%) de las mujeres considera que su vida mejoró a partir de esa participación, mientras que el restante 25% considera que sigue igual. Ninguna mujer considera que su vida haya empeorado a partir de esta participación. 

También se observa una cierta tendencia a ser las mujeres por sobre los varones, quienes logran convocar a la mayor cantidad de mujeres en temas de voluntariado. 

Se puede observar que la distribución de las tareas domésticas de las voluntarias cuando no están participando en alguna actividad, recae fundamentalmente en la propia mujer. Lo que evidencia que las mujeres han tenido un avance significativo en su participación en los espacios públicos, pero también demuestra que en el ámbito privado, las tareas domésticas y de cuidados siguen recayendo sobre ellas. 

Respecto de la Participación de las Mujeres se señala que: 

Como reflejo de la incorporación de los derechos de las mujeres en la agenda municipal, en el año 2011 la Municipalidad de Rosario ha jerarquizado el Área de la Mujer, creando el Instituto de la Mujer con rango de Subsecretaría dependiendo directamente de la Intendencia. A su vez, el Plan de Igualdad de Oportunidades entre varones y mujeres se creó como una Dirección General dentro del Instituto de la Mujer. 

De la experiencia en la incorporación de género en el Presupuesto Participativo y en la nueva estructura municipal, podemos observar el avance que se ha logrado con el aporte permanente de las organizaciones que promueven los derechos de las mujeres en los últimos años, porque si bien los cambios se han logrado por la aprobación de resoluciones y/o ordenanzas y por decisiones políticas en los ámbitos de decisiones gubernamentales, no podemos desconocer que esta temática fue puesta en agenda por estas organizaciones que a través de sus proyectos, capacitaciones, etc., han logrado dar visibilidad a la problemática de las mujeres. 

Para mayor información: 
http://www.presupuestoygenero.net/actualidades/noticias/argentina/889-estudio-de-caso-mujeres-y-participacion-ciudadana-contribuciones-al-desarrollo-la-equidad-de-genero-y-la-gobernabilidad-desde-el-voluntariado.html