La igualdad-desigualdad de género en cifras

28/09/11 - Argentina 

 

La situación de las mujeres de Argentina mejoró en los últimos años en relación a su participación política, educación, y salud sexual y reproductiva, ubicando al país entre los primeros del continente en cuanto a igualdad de género. Sin embargo, el mayor desafío es que la creciente integración de las mujeres en el mercado laboral tenga como contrapartida un mayor compromiso de los varones en los roles familiares y domésticos. 

La semana pasada fue presentado en Buenos Aires el informe 'Género en cifras: mujeres y varones en la sociedad argentina-Aportes para el desarrollo Humano en Argentina 2011', realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Se trata de una investigación apoyada en datos estadísticos existentes en el país a los que aporta el enfoque de desarrollo humano característico del PNUD. 

La presentación del informe se hizo en un clima festivo por los buenos indicadores que viene arrojando la Argentina en los últimos años en relación a la igualdad de género, que colocan al país a la vanguardia del continente, y estuvo a cargo del representante residente del PNUD, Martín Santiago; Gabriela Catterberg, investigadora del área de Desarrollo Humano de la organización; y Cecilia Ugaz, representante residente adjunta del PNUD. Luego se dio la palabra a invitadas que debían comentar aspectos destacados del informe: Mariana Grass (Consejo Nacional de las Mujeres), Rosalía Cortés (Conicet y FLACSO), Eva Giberti (Programa Las víctimas contra las violencias) y Marita Perceval (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos). 

Martín Santiago desplegó los tres marcos teóricos de la investigación: el enfoque de derechos de las Naciones Unidas, el enfoque de desarrollo humano en que se basa la labor del PNUD y el enfoque de género específico de este trabajo. El enfoque de desarrollo humano (EDH) propone que todas las personas deben tener iguales oportunidades para poder expandir sus capacidades, de tal forma que la vida sea digna de ser vivida. 'El EDH coloca en el centro de la reflexión la calidad de vida de las personas y concibe el proceso de enriquecimiento de las posibilidades humanas como el objetivo clave del desarrollo' se señala en la Introducción del informe. 

Santiago también destacó el rol relevante de Argentina en el logro de la igualdad de género: 'Este informe es un tributo de reconocimiento a la Argentina porque es un caso único y un modelo de avance para otros países' destacó y luego enumeró lo que el país ya hizo en pos de este objetivo: 'Dio rango constitucional a todas las convenciones internacionales sobre las mujeres, es una nación pionera en leyes de cuotas y aprobó un caudal importante de acervo normativo que promueve los derechos de las mujeres'. En esta línea de logros, los objetivos del informe fueron planteados como: la visibilización del impacto diferenciado de las leyes y las políticas públicas de los últimos años, la identificación de las brechas genero en el acceso a los derechos humanos, y la instalación de la necesidad de fortalecer los sistemas estadísticos desde una perspectiva de género. 

Catterberg agregó que el objetivo del informe es 'aportar una herramienta empírica para el debate' sobre la igualdad de género en el país, y destacó los avances y desafíos hallados. Entre los primeros, mencionó la equidad en el acceso a educación, trabajo, y a los tres poderes del Estado; y los buenos marcos normativos y políticas públicas en prevención de la violencia, aunque señaló que los avances se dieron en forma desigual. Y mencionó como desafío fundamental la división sexual del trabajo al interior de los hogares, que continua siendo muy desfavorable para las mujeres. 

Marita Perceval, subsecretaria de Promoción de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, agradeció la lucidez del informe en 'reconocer los avances y la generosidad de señalar los desafíos' y destacó tres estrategias para reforzar en la lucha por la igualdad: recuperar idea de igualdad; tener claro que no sólo debe darse en el ámbito público sino en el mundo del cuidado –de esta trampa sólo salió la violencia intrafamiliar, pero quedó la división sexual del trabajo al interior del hogar-; y también tener claro que la igualdad de derechos no tiene que ver solo con lo económico sino con factores sociales y culturales. Hay que seguir trabajando para democratizar el poder, sino el Parlamento Nacional es una ficción' advirtió en relación al buen porcentaje de representación femenina en ese ámbito. 

Y luego destacó los ámbitos en que ella considera que el país está aún en deuda con las mujeres y con el acceso real a la igualdad: la situación de las mujeres privadas de libertad y de las que poseen alguna discapacidad, la regulación del trabajo de empleadas de casas particulares, el embarazo adolescente y la mortalidad de mujeres gestantes (mortalidad materna), la igualdad en las uniones de hecho, y la situación de hijas e hijos de familias ensambladas. 

Estado de situación 

'Género en cifras' evalúa el desarrollo humano en siete áreas –salud, educación, trabajo, salud sexual y reproductiva, violencia contra las mujeres, familia y hogar y participación en los poderes del Estado- midiéndolos de acuerdo a los indicadores específicos de género: el Indice de Desarrollo Humano relativo al Género (IDG), que penaliza las desigualdades de acuerdo al género; y el Índice de Potenciación de Género (IPG), que mide la toma de decisiones por parte de las mujeres. 

Resultados generales 

- De acuerdo a la medición del IDG, Argentina ocupa el puesto 46 en el ranking mundial (entre 155 países) y tercero en América Latina después de Chile y Uruguay. - Si la medición se realiza de acuerdo al IPG, que mide la posibilidad de toma de decisión por parte de las mujeres, la situación del país mejora notablemente: pasa al lugar 24 entre 109 países y queda a la cabeza de América Latina. 

Trabajo 

- Durante la última década aumentó la participación económica de las mujeres en el mercado de trabajo (pasó de 34,5% en 1997 a 41% en 2010), lo que redundó en una mayor feminización del mercado laboral. Particularmente se insertaron más las mujeres que también tienen responsabilidades familiares: hoy 6 de cada 10 madres son trabajadoras activas. - Sin embargo, al continuar siendo las mujeres las principales proveedoras de cuidado en los hogares, el tipo de trabajos que aceptan suelen ser flexibles, precarios y por pocas horas semanales. - Persisten aún tres ejes de desigualdad laboral: la segregación vertical (poco acceso a cargos jerárquicos), la horizontal (concentración de mujeres en tareas asociadas al cuidado) y la brecha salarial (en la última década se achicó en los niveles profesionales y se agrandó en los de bajos niveles educativos). - A la vez, es más pronunciada en las mujeres la diferencia entre la formación profesional y la inserción en puestos de trabajo equivalentes a esta inserción. - La inclusión de las mujeres en el mercado laboral no tiene un equivalente en la transformación de roles al interior de los hogares: la cantidad de mujeres que hace la mayor cantidad de trabajo en los hogares es 3,8 veces superior a los varones; y en la Ciudad de Buenos Aires, el 60% del cuidado de niñas, niños y adolescentes es provisto por las madres y sólo el 20% por los padres. 

Educación 

- Los logros educativos de las mujeres fueron enormes: tienen más asistencia que los varones a los niveles secundario y terciario (30% más); en el 2004 eran el 60% de la población de la Universidad de Buenos Aires y el 57% de las integrantes de todas las universidades nacionales; y son el 60% del estudiantado de los posgrados. - En los ámbitos científicos también aumentó su participación pero las desigualdades aparecen en relación a los cargos jerárquicos y el tiempo de dedicación: sólo el 54% de las mujeres tiene dedicación a tiempo completo, comparadas con el 62% de los varones; y si bien las mujeres representan el 58% de los cargos de 'asistentes' en el Conicet (los más bajos), sólo el 18% llega a las categorías superiores de investigación (se destacan más mujeres en áreas superiores en Ciencias Sociales y Humanidades mientras que los varones hegemonizan Tecnología). 

Salud 

- Las mujeres tienen hábitos preventivos de salud, alimenticios y en relación al consumo de alcohol y tabaco más saludables que los varones. Sin embargo, las adolescentes de entre 13 y 15 años fuman más que sus pares varones; la prevalencia de consumo entre las fumadoras argentinas entre 15 y 64 años es la más alta de América Latina; y el cáncer de pulmón se duplicó en las mujeres desde 1980. - La salud reproductiva es, como educación, otra de las áreas de importantes avances: la mayoría de las mujeres dice conocer métodos anticonceptivos y usarlos; sin embargo la continuidad del uso es variable y difiere según el nivel educativo y la pobreza. - El embarazo adolescente se mantuvo estable durante la última década (15%), mientras que en el contexto regional disminuyó levemente, y expresa la desigualdad social: mientras en Buenos Aires es del 34 por mil, en el noreste argentino asciende al 80 por mil. - La mortalidad de mujeres gestantes (mortalidad materna) descendió desde 7 por cada 10.000 nacidas/os vivas/os en 1980 a 3,5 en 2000, y luego ascendió levemente hasta la última medición de 4 en el 2009. La mayoría son evitables. - Las vías de contagio de vih (cuyos índices están bajando desde el 2003) son diferentes en mujeres y varones: mientras el 84% de los contagios de las mujeres proviene de relaciones heterosexuales, en los varones el 43% proviene también de este tipo de vínculos, pero el 32% de relaciones entre varones. 

Familia y hogar 

- Se resquebrajó el modelo de familia patriarcal con mujeres principalmente a cargo de la tarea reproductiva y varones de la productiva. - El matrimonio dejó de ser la única institución socialmente aceptada para regular la convivencia y crianza y aumentó el número de nacimientos fuera de él. - Aumentó la inestabilidad conyugal, más allá de la modalidad de la unión. Algunos estudios señalan que las rupturas implican para las mujeres cambios de residencia, de trabajo, la adopción de nuevas responsabilidades y una disminución en sus niveles de vida, aunque también un alto grado de bienestar emocional. - Sólo la mitad de las niñas y niños menores de 18 años que no viven son sus padres reciben manutención económica regular por parte de éstos. Y un 15% los ve una vez por semana y 4 de 10 al menos dos veces a la semana. - Las mujeres tienen actitudes de mayor tolerancia, apertura e igualdad en relación con la familia: están más en desacuerdo con la afirmación que dice que las niñas y niños necesitan de ambos padre para crecer felizmente; desaprueban más la afirmación que dice que ser ama de casa reporta la misma satisfacción que un trabajo pago; y también desacuerdan más en que la educación universitaria es más relevante para un varón que para una mujer. 

Violencia contra las mujeres 

- Continúa siendo un flagelo en la sociedad argentina, con fuertes raíces en la desigualdad de género. - Está presente en todas las clases sociales, edades, niveles educativos y grupos étnicos. - Los denunciados son mayormente varones y las víctimas mayoritariamente mujeres. - Los principales agresores son parejas o ex parejas. - Los tipos de violencia más comunes en las denuncias son la psicológica (90% y la física (67%) 

Participación en los poderes del Estado 

- La Ley de Cupo significó un gran avance que ubicó al Parlamento de Argentina entre los primeros lugares del mundo en representación femenina. En los Poderes Legislativos provinciales, la representación mejoró pero aún no llega al 30%. - Argentina es uno de los pocos países con una mujer al frente del Poder Ejecutivo. A la vez, durante la gestión de Cristina Fernández aumentó notablemente la cantidad de ministras del Poder Ejecutivo Nacional: de 22% en el 2007 al 31% en la actualidad. Sin embargo, en secretarias y subsecretarías aún son el 17%. - En los poderes ejecutivos provinciales es aún muy baja la cantidad de mujeres: en 2008 había sólo una gobernadora, y sólo 3 de cada 10 personas a cargo de las vicegobernaciones eran mujeres. - Los municipios y gobiernos locales son las áreas más bajas de representación femenina: apenas 10%. - La situación de las mujeres en el Poder Judicial mejoró en los últimos años en algunos ámbitos: dos ministras en la Corte Suprema de Justicia y varias en los tribunales superiores provinciales, a la vez que los juzgados nacionales vienen siendo ocupados cada vez más por más mujeres desde 1980, a excepción del fuero penal-económico, donde aún son menos del 10%. 

Fuente: Artemisa Noticias 

Para mayor información: http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=1&idnota=7729 


 

La normativa actual para empleadas domésticas da vergüenza

21/09/11 - Argentina 

 

De izq a der: Rodriguez Enriquez, Luz Aquilante (ONU Mujeres) y Sanchís.

Se encuentra demorado en la Cámara Alta un proyecto de ley que daría un marco legal acorde a los derechos a las empleadas de casas particulares (un 98,5% mujeres). La propuesta avanzó casi sin inconvenientes en la Cámara Baja, pero dificultades vinculadas mayormente al sector empleador impiden que avance en el Senado. Se trata de legislar nada menos que sobre el 20% de la fuerza de trabajo, integrada casi exclusivamente por mujeres. 

En la apertura de la sesiones legislativas de marzo del 2010, la presidenta Cristina Fernández reclamó al Parlamento la sanción de una ley que regulara, después de más de 50 años, la forma de empleo de las trabajadoras del sector doméstico (en un 98,5% mujeres), que actualmente se rigen por un decreto dictatorial de 1956, que impuso un régimen que roza la esclavitud en términos de derechos. Las empleadas de este sector no gozan actualmente de licencia por maternidad, pueden ser contratadas siendo menores de edad, su jornada no se limita a 8 horas y no disponen de vacaciones ni licencia por enfermedad, entre otras inequidades históricamente invisibilizadas e infravaloradas, como si se tratara de un sector productivo que no mereciera el mismo estatus laboral que el resto de las personas que trabajan. 

En el mismo 2010, el Poder Ejecutivo envió un proyecto al Parlamento que fue aprobado por unanimidad en la Cámara de Diputados en marzo del 2011. En mayo de este año, la Cámara de Senadores le dio aprobación en general y se suponía sería aprobado en particular sin demoras. Pero actualmente la discusión está estancada en la Comisión de Trabajo y Previsión Social alrededor de varios aspectos: reconocer o no a las empleadas domésticas como trabajadoras plenas, integradas a la Ley de Contrato de Trabajo; crear o no un marco de negociaciones colectivas para el sector; las licencias por enfermedad y las indemnizaciones por despido. 

El lunes 19 de septiembre, la Asociación Lola Mora y el Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP), con el apoyo de ONU Mujeres, realizaron la jornada de debate 'Una ley demorada. Los derechos de las trabajadoras de casas particulares: una deuda pendiente' en la que se pusieron justamente en debate las razones de la demora en la sanción de la ley. 

De la misma participaron Alvaro Ruiz, subsecretario de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social –quien expuso la posición del Poder Ejecutivo, autor del proyecto con media sanción en la Cámara Baja y actualmente en debate en el Senado-; María Eugenia Estenssoro –senadora nacional integrante de la Comisión de Trabajo-; Marta Roncoroni –directora de la Escuela de Capacitación de la Unión del Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP)-; Rosalía Cortés, investigadora del CONICET/FLACSO; Ramy Alvarez Fleitas, integrante de la Comunidad Migrante Paraguay en Argentina, y las anfitrionas Corina Enríquez Rodríguez (CIEPP) y Norma Sanchís (Lola Mora), quienes además de participar del debate presentaron los resultados de una investigación que acaban de concluir sobre las mujeres migrantes paraguayas en Argentina que se insertan en la cadena de cuidados local (ver ¿Cómo son las mujeres migrantes empleadas en el sector de casas particulares?). 

El marco de la jornada fue la discusión que se está dando actualmente en el Senado, y también la Convención 189, sancionada en junio de este año por la Organización Internacional del Trabajo (ver Trabajadoras domésticas con más derechos), en la que por primera vez en la historia fueron aprobadas normas laborales destinadas a mejorar las condiciones del sector. 'El Convenio 189 impone a los gobiernos la posibilidad de avanzar en normativas que garanticen trabajo decente al sector. Dice que todo país firmante deberá adoptar las medidas propuestas, por eso es un marco poderoso –señaló Corina Enríquez Rodríguez-. Y cubre casi todos los temas referidos a derechos laborales: vacaciones, descansos, salario mínimo, derecho a la información, protección social, y acceso a mecanismos de resolución de conflicto, entre otros temas.' Sobre el proyecto con media sanción de la Cámara Baja, Enríquez Rodríguez señaló que 'toma casi todos los temas que el convenio 189 propone'. 

Alvaro Ruiz, parte del equipo del Ministerio de Trabajo que redactó el proyecto, criticó que la sociedad argentina haya tolerado durante 55 años 'una normativa que da vergüenza comparada con los derechos laborales hoy vigentes en el país y más con el Convenio 189 de la OIT. Con olvido, invisibilización del trabajo y confusión de interactuaciones personales y familiares se pretende excusar el cumplimiento de derechos'. Al referirse al tipo de vínculo que se establece entre el sector empleador y las empleadas domésticas, especificó que 'primero hay un contrato de cambio, aunque esto está disimulado en la regulación que hoy nos rige'. En relación a las dificultades que atraviesa el proyecto en el Senado, el funcionario se refirió a la 'sobrerrepresentación del sector empleador entre quienes legislan'. 'Son personas que están planteando ‘si las empleados domésticas tienen tantos derechos, no voy a poder tener personal doméstico’. Frente a estos argumentos hay que tener presente que cuando hablamos de derechos del trabajador, el principio protector y sujeto central es el trabajador' advirtió. 

Ruiz también se refirió a uno de los puntos en cuestión en la Comisión de Trabajo del Senado, el vinculado a que el sector tenga o no una normativa específica y en qué aspectos, ya que una de las modificaciones que querrían incluirse es la desvinculación completa de este régimen especial de la Ley de Contrato de Trabajo. Al respecto, el funcionario aclaró que 'cuando existen estatutos especiales tiene que ver con sectores que pudieron obtener mejores recursos –como en el caso de periodistas y empleados bancarios- o porque fue necesario fortalecer algún colectivo sin fuerza suficiente –como en los trabajadores rurales- y muchas veces aparece como una precarización de su estatus. El trabajo debe estar regulado por una normativa común y lo particular solo debe avanzar sobre expresiones de la singularidad, es decir que los estatus específicos deben ser mínimos'. 

La senadora Eugenia Estensoro se refirió a otros dos de los aspectos conflictivos en el debate del Senado: los costos que tendrían para el sector empleador tanto la licencia por enfermedad como la indemnización por despido y se posicionó señalando que 'la trabajadora debe estar más protegida pero se debe proteger también la integridad patrimonial de los hogares dadores'. En relación al proyecto con media sanción que propone que quien emplea debe cubrir tres meses al año de posible licencia por enfermedad, Estensoro propone que cubra sólo dos meses y el tercero quede a cargo de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES). Y, en relación a la indemnización por despido que, según el proyecto con media sanción, debe ser de un mes por año trabajado como en la Ley de Contrato de Trabajo, la senadora propone crear un Fondo de Cese Laboral con aportes mensuales a cargo del sector empleador. La respuesta de Ruiz a estas dos propuestas fue que 'tener servicios personales es un lujo en todo el mundo. No es explotando a otros que vamos a lograrlo. Tienen esos servicios quienes puedo pagarlos' y destacó, al igual que Enríquez Rodríguez, la ausencia del estado en la provisión de instituciones de cuidado que resuelvan las necesidades de cuidado de las familias actuales en las que las mujeres están integradas en el mercado laboral. 

En relación al cuarto punto en conflicto, referido a la eliminación que se haría en el Senado del convenio colectivo de trabajo, Martha Roncoroni –representante de uno de los sindicatos de trabajadoras domésticas- señaló a Artemisa Noticias que 'el Convenio 189 propicia que haya sindicalización del sector y si bien es complicado, nosotras apoyamos que existan estas organizaciones y que las partes pacten libremente las condiciones de trabajo'. Sobre el proyecto con media sanción, señala que 'si bien no es perfecto, hay que aprobarlo para salir de la situación de esclavitud actual; después veremos cómo mejorarlo'. 

Rosalía Cortés se refirió a las dificultades de organización del sector debido en gran parte a que la tarea se realiza dentro de los hogares, lo cual hizo que estos sindicatos no fueran tan potentes como otros. 'Creo que no hay consenso en el colectivo de trabajadoras sobre cuáles son sus derechos ni las obligaciones de los empleadores' señaló, como una de las explicaciones posibles de los actuales debates. 'El desafío –agregó la investigadora- es cómo sostener buenas relaciones de trabajo sin subsidiar, pero también sin penalizar a los sectores de clase media y creo que ese es el punto que merece el mas fuerte debate.' Y destacó los tres aspectos que desde su punto de vista deberían ser prioritarios en el abordaje del tema: el énfasis en la sindicalización y la organización, ya que esto es garantía de poder extender las demandas al interior de hogares y mejorar las condiciones laborales; discutir alternativas al mejoramiento del al acceso a la salud y a la seguridad social que no caigan en los hogares pero tampoco los financien; y realizar campañas de difusión para que sean conocidos públicamente los derechos de las trabajadoras y se estimule la sindicalización. 

Fuente: Artemisa Noticias 

Para mayor información: http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=6&idnota=7720 


 

La "Convención de Belem do Pará" adquirió rango constitucional

09/09/2011 - Argentina 

 

La Cámara de Diputados de la Nación otorgó la jerarquía constitucional a la "Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer", firmada por 32 naciones latinoamericanas el 6 de Septiembre de 1994 en la ciudad de Belem do Pará, Brasil, y ratificada por la Argentina a través de la Ley Nº 24.632. 

Con la incorporación de esta Convención al rango constitucional, Argentina refuerza el reconocimiento a nivel nacional de la problemática de la violencia contra la mujer y profundiza la coordinación de acciones para eliminar las situaciones de violencia que afectan a todas las mujeres. 

El objetivo de esta Convención es proteger los derechos de las mujeres y eliminar las situaciones de violencia que puedan afectarlas, tanto en el ámbito público como en el privado. Para que esto sea posible, los Estados firmantes se comprometen a implementar políticas específicas con este fin, diseñar programas de educación formales y no formales apropiados, y fomentar la educación y capacitación del personal en la administración de justicia, policial y demás funcionarios encargados de la aplicación de la ley. 

Asimismo, se comprometen a suministrar los servicios especializados apropiados para la atención necesaria a la mujer objeto de violencia, asegurar el acceso a programas eficaces de rehabilitación y capacitación, alentar a los medios de comunicación a elaborar directrices adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra la mujer, garantizar la investigación y recopilación de estadísticas sobre las causas, consecuencias y frecuencia de la violencia contra la mujer, así como promover la cooperación internacional para el intercambio de ideas y experiencias y la ejecución de programas encaminados a proteger a la mujer objeto de violencia. 

Fuente: División de Asuntos de Género CEPAL 

Para mayor información: 
http://www.cepal.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/mujer/noticias/noticias/3/44473/P44473.xml&xsl=/mujer/tpl/p1f.xsl&base=/mujer/tpl/top-bottom.xslt