Desigualdad de género: Los salarios en México

12/01/12 - México 

 

Una cruda realidad que prueba que México aún está lejos de tener una verdadera igualdad de géneros es el salario de las mujeres. En México se estima que las mujeres reciben tan solo 20 centavos por cada dólar que percibe un hombre (Banco Mundial, 2011). 

Uno de los pocos avances que ha habido en este rubro en los últimos años es el aumento de plazas para mujeres, y su creciente importancia: cada vez se ven más mujeres en cargos importantes. Sin embargo, el camino aún es largo ya que a pesar de que las legislaturas dictaminan una igualdad en pagas, la realidad deja mucho que decir. 

En México la diferencia entre sueldos de hombres y sueldos de mujeres es de 80 centavos de dólar. La diferencia también se puede apreciar en otros países, en India la diferencia es de 64 centavos de dólar, e incluso en países desarrollados como en Alemania, en donde la diferencia es de 62 centavos de dólar. 

Cabe señalar que gran parte de la diferencia yace en el tipo de labor que suelen desempeñar hombres y mujeres; sin embargo, la diferencia salarial también sucede en casos donde tanto un hombre como una mujer desempeñan la misma labor. 

El Banco Mundial ha emitido estos y más datos en su Informe del Desarrollo Mundial 2012, en donde señala que la igualdad de género es un factor clave para el desarrollo de cualquier país. Algunos ejemplos de países donde la brecha se ha reducido drásticamente en la última década son Chile y Brasil. 

Fuente: Economias Co
Para mayor información: http://www.economias.eu/2012/01/desigualdad-de-genero-los-salarios-en.html 


 

Economía inteligente pasa por igualdad de género

09/04/2013 - México

 

Por Carmen R. Ponce Meléndez * IPS/Cimac 

MÉXICO, ene (IPS) - La igualdad de género tiene vital importancia para alcanzar el desarrollo y debe formar parte de los objetivos de políticas públicas del Estado, políticas que son el aceite que lubrica y hace funcionar los engranajes del mercado, los hogares y las instituciones públicas, formales e informales.

En el documento de Banco Mundial "Informe sobre desarrollo mundial 2012: Igualdad de género y desarrollo", se concibe la igualdad de género como parte de la economía inteligente: puede aumentar la eficiencia económica y mejorar otros resultados en materia de desarrollo en tres maneras: 

En primer lugar, eliminar las barreras que impiden a las mujeres tener el mismo acceso que los hombres a la educación, a las oportunidades económicas y a los insumos productivos. 

En segundo lugar, mejorar el estatus absoluto y relativo de las mujeres promueve muchos otros resultados en materia de desarrollo, incluidos los que afectan a sus hijas e hijos (igualdad intergeneracional). 

Por último, promover la autonomía de las mujeres como agentes políticos y sociales puede modificar las opciones en materia de políticas y hacer que las instituciones sean más representativas de una mayor variedad de voces. 

Educación, propiedad de bienes y oportunidad de ingresos 

"Las mujeres y los hombres de todos los grupos de edad, niveles de ingresos y localidades consideran que la educación, la propiedad de bienes, el acceso a las oportunidades económicas y las oportunidades de obtener ingresos son la clave para mejorar su bienestar y el de sus familias", dice el informe. 

Pobreza y discriminación son barreras para la igualdad de género; se requiere un aumento generalizado del nivel de ingresos, ampliación de las oportunidades de empleo para las mujeres y prestación eficaz de servicios. Todos estos elementos son aplicables para el caso de México.

Los factores que ahondan las brechas de género, de acuerdo con el Banco Mundial, son la persistencia de la segregación y de las brechas de ingresos que tienen las mujeres y se generan en cuatro ámbitos: 

1. Hogares, por la asignación diferencial de cargas de trabajo y recursos. 2. Instituciones formales. Prejuicios y discriminación en el marco jurídico. 3. Instituciones informales. Normas sociales sobre el trabajo de cuidado y el mercado laboral. 4. Mercados. Diferencias de acceso al mercado laboral, o bien en propiedad de los activos fijos (tierra, vivienda, agua, crédito) y redes de contacto. 

Como resultado, las mujeres trabajan duramente en sus hogares y en el mercado -ya sea como agricultoras, empresarias o trabajadoras asalariadas-, en condiciones poco equitativas, caracterizadas por la desigualdad de acceso a los insumos productivos. 

Esta trampa impone costos considerables para el bienestar y las oportunidades económicas de las mujeres de hoy, y graves desincentivos para invertir en las mujeres de mañana. 

También se traduce en menor peso de la opinión de las mujeres para tomar decisiones en la sociedad y en el hogar. Por ejemplo, en 14 años (a escala mundial), la proporción de mujeres parlamentarias sólo aumentó de 10 a 17 por ciento. 

El documento del Banco Mundial propone cuatro esferas de máxima prioridad para la formulación de políticas públicas, que finalmente forman parta esencial de la solución: 

1. Reducir las disparidades de género en cuanto a las dotaciones que crean capital humano; esto es resolver la mortalidad femenina –en el país no se ha cumplido con la meta de los Objetivos del Milenio- y eliminar las desventajas de género en educación; otra asignatura pendiente. 

2. Superar las brechas de ingresos y de productividad entre mujeres y hombres; brecha que oscila en 20-30 por ciento para las trabajadoras del país. 

3. Reducir las diferencias de género en lo concerniente a hacer valer la propia opinión. Ahí está el caso de los recursos que los partidos políticos deben destinar a la formación de liderazgos femeninos y que se desvían a otros propósitos. 

4. Limitar la reproducción de las desigualdades de género en el tiempo implica atención a las niñas, oportunidades económicas y fortalecer la capacidad de acción y decisión de las mujeres.

Es indispensable aumentar el tiempo disponible de las mujeres, para ello se requieren tres tipos de políticas: cuidado infantil (guarderías), licencias de maternidad o paternidad y mejoramiento de los servicios de infraestructura. 

Al respecto, la situación de las mujeres trabajadoras de México es crítica, porque la carencia de acceso a guarderías es muy grave. 

En el sector agrícola, nueve de cada 10 mujeres no tienen acceso; en industria, siete de cada 10 y en el área de servicios 7,7 de cada 10 mujeres no cuentan con ninguno. Lo mismo sucede en el caso de las licencias de paternidad. 

Es innegable la creciente presencia de las mujeres en el mercado laboral como parte de un fenómeno mundial; en el país alcanza una participación porcentual de 46,9 en las áreas más urbanizadas, según datos de la población económicamente activa del tercer trimestre de 2011. 

Ello obedece a la disminución de las tasas de fertilidad, aumento en los niveles de educación y las recurrentes crisis económicas que desde mediados de la década de los ochenta han impulsado a las mujeres al trabajo remunerado. 

No basta con que cuenten con mayores ingresos; es indispensable disponer de mejores instituciones para la prestación de servicios, combinado con el funcionamiento de los hogares con mejor igualdad. Tareas en las que el Estado juega un rol estratégico, con una sociedad civil que empuje las políticas públicas. 

* Este artículo fue publicado originalmente por la agencia mexicana de noticias Comunicación e Información de la Mujer AC, Cimac. Su autora es economista especializada en temas de género.(FIN/2012)

Para mayor información:
http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99985


 

Como en el porfiriato, empleadas del hogar reciben pago en especie

22/07/2011 - México

 

(Oaxaca) Las cerca de dos millones de trabajadoras del hogar en México siguen padeciendo tratos discriminatorios, explotación laboral y escasa o nula retribución económica, acusó el presidente de la Asociación Enfoque de Igualdad de San Luis Potosí, Ramón Ortiz García.

Como parte del Día Internacional del Trabajo Doméstico que se celebra hoy, el activista puso como ejemplo que a las empleadas del hogar en la zona de la Huasteca potosina, se les paga únicamente 20 pesos –y en ocasiones sólo en especie– por realizar labores de aseo en una casa habitación. 

“Es un trabajo que aún por ley se puede seguir pagando en especie como en la época del Porfiriato”, advirtió en un comunicado. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2008 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay aproximadamente un millón ochocientos mil trabajadoras del hogar, cifra que se equipara al número de maestros, de oficinistas varones o de vendedores ambulantes que hay en el país. 

El salario diario que reciben en promedio quienes trabajan de entrada por salida va de entre 80 a 100 pesos; las trabajadoras de planta ganan de 2 mil a 3 mil pesos mensuales aproximadamente. 

Hace un mes la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó el Convenio y Recomendación sobre Trabajo decente para trabajadoras y trabajadores domésticos, el cual aún no ha sido ratificado por el Estado mexicano, dijo por separado la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). 

La instancia exhortó al Estado mexicano a ratificar el instrumento vinculante para que las garantías de quienes se ocupan en el trabajo del hogar sean obligatorias en el país. 

Entre las disposiciones del convenio de la OIT se establece descanso semanal mínimo de 24 horas consecutivas, la necesidad de fijar una jornada laboral de 8 horas y un salario mínimo, el cual debe pagarse como máximo cada mes. 

El documento aprobado tiene por objetivo proteger y mejorar las condiciones de vida y trabajo de las y los trabajadores domésticos de todo el mundo, cuyo número se estima entre 53 y 100 millones. 

MUJERES DEDICAN 42.3 HORAS; HOMBRES SÓLO 15.2

Por separado, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) informó que el importe económico del trabajo doméstico no remunerado, contabilizado en millones de pesos, equivale a 21.7 por ciento del Producto Interno Bruto de México, es decir aproximadamente 2 millones 40 mil 144 millones de pesos, según datos de 2009. 

“Cuatro quintas partes de esa riqueza es generada por mujeres y la quinta parte restante es la aportación de los hombres”, precisó. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo 2009, las mujeres dedicaban 42.3 horas en promedio a realizar actividades domésticas y los hombres 15.2. 

El 22 de julio “Día Internacional del Trabajo Doméstico”, tiene su origen en los resolutivos del Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe de 1983, en el que se pidió que sea considerado como un tema prioritario en la agenda legislativa para la elaboración de políticas que disminuyan la carga de trabajo en el hogar que recae en las mujeres. 

Durante el encuentro se reconoció que el trabajo doméstico “es un recurso esencial para el bienestar de las sociedades desarrolladas, como lo es también el trabajo aplicado a la producción para el mercado” 

Fuente: Ciudadania express 

Para mayor información: http://ciudadania-express.com/2011/07/22/como-en-el-porfiriato-empleadas-del-hogar-reciben-pago-en-especie/