Inmujeres presenta modelo de calidad con equidad de género

05/12/11 - Uruguay

 

Se trata de una herramienta de gestión organizacional enfocada en el ambiente laboral, que busca la transformación de las estructuras de trabajo y la gestión de recursos humanos en una dirección que indique justicia e igualdad entre varones y mujeres. De esta manera, mejora además el clima laboral y apuntando a la equidad. 

Según explicó en diálogo con El Espectador, la directora del Instituto Nacional de la Mujer, Beatriz Ramírez, se trata de un modelo que se ajusta a cada país, como norma certificable, donde se establecen los requisitos que deben cumplir quienes pretendan adoptar el modelo y las capacidades que se deben desarrollar, para que a través del mismo las empresas involucradas actúen como promotoras del modelo. 

Actualmente cuatro empresas del Estado, la empresa privada Nuvó y la intendencia de Canelones están participando del modelo, y las experiencias también serán compartidas y evaluadas en la presentación de este martes. 

Para mayor información: http://www.espectador.com/1v4_contenido.php?id=227889&sts=1


 

Trabajo doméstico en Latinoamérica: un largo camino al trabajo decente

23/07/2011 - Uruguay

 

María Elena Valenzuela (OIT) - Especialista Regional en Género y Empleo. Organización Internacional del Trabajo

En la 100° Conferencia Internacional del Trabajo, que se realizó en junio en Ginebra, representantes de organizaciones de trabajadores, empleadores y gobiernos de los 183 Estados Miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adoptaron una nueva norma internacional, el Convenio 189 sobre trabajadores y trabajadoras domésticas. Fue una reunión histórica porque ratificó el valor del diálogo entre los principales actores del mundo del trabajo, quienes reconocieron a través de este Convenio los derechos laborales de los más excluidos: los trabajadores y trabajadoras domésticas. Este instrumento envía al mundo una señal política muy fuerte, ya que representa un compromiso internacional para trabajar en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de un segmento muy numeroso de la fuerza laboral femenina, que ha estado históricamente excluido de la legislación laboral. 

De acuerdo a estimaciones de la OIT, 52 millones de personas en el mundo realizan esta labor, de las cuales, alrededor del 80% (43 millones) son mujeres. En América Latina, más de 14 millones de mujeres trabajan remuneradamente para una familia, siendo numéricamente la ocupación más importante para las mujeres de la región. 

En Uruguay, aproximadamente un 18% de las mujeres ocupadas son trabajadoras domésticas, y a pesar de la importancia de su labor para el funcionamiento de los hogares y la sociedad, es una tarea poco valorada y mal remunerada, desempeñada mayoritariamente por mujeres que provienen de sectores de ingresos bajos. 

Sin embargo, Uruguay ha dado pasos significativos en la equiparación de los derechos laborales de las trabajadoras domésticas respecto al resto de los asalariados. La ley sobre servicio doméstico aprobada por el Parlamento uruguayo en 2006 situó al país en una posición de liderazgo que fue reconocida en la discusión previa a la adopción de este Convenio. Además, Uruguay es el país en toda la región que cuenta con negociación colectiva para este grupo ocupacional. La legislación uruguaya está en sintonía con el espíritu del Convenio y con los artículos que este contiene. 

El reconocimiento de que las trabajadoras domésticas tienen el mismo derecho que otras categorías de trabajadores a una protección mínima es el principio que orienta a este Convenio. Los trabajadores y trabajadoras domésticas deben tener los mismos derechos laborales básicos que los otros trabajadores. En la historia de la OIT, el tema surgió varias veces, pero nunca se logró avanzar suficientemente. La razón está en el texto introductorio del Convenio, que señala: "el trabajo doméstico sigue siendo infravalorado e invisible y (las trabajadoras) particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo, así como a otros abusos de los derechos humanos".

Entre los nuevos derechos que reconoce el Convenio 189 están la jornada de trabajo, el descanso semanal de por lo menos 24 horas consecutivas, el límite para los pagos en especie, informaciones claras sobre los términos y condiciones de empleo, así como el respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo la libertad de asociación y la negociación colectiva. 

La adopción de este Convenio por parte de la OIT constituye un avance decisivo para la agenda de desarrollo y el trabajo decente. Es la culminación de un largo proceso de lucha de las trabajadoras domésticas y sus organizaciones por sus derechos y el amplio margen por el cual se adoptó, es una demostración de la importancia que hoy se atribuye al trabajo doméstico remunerado para el funcionamiento de los hogares y la sociedad. 

De acuerdo con los procedimientos de la OIT, el Convenio entrará en vigencia una vez que sea ratificado por dos países. Esperamos que sean países de nuestra región los primeros que lo ratifiquen. 

Fuente: La Republica 

Para mayor información: http://www.larepublica.com.uy/editorial/463953-un-largo-camino-al-trabajo-decente 


 

Seguro de las domésticas, un derecho ignorado

16/06/2011 - Uruguay 

 

Una irregularidad recurrente consiste en no pagar la póliza del BSE.

Trabajo en negro, licencias, salarios vacacionales o aguinaldos impagos, inexistencia de recibos de sueldo y de ropa de trabajo adecuada, y el desconocimiento de la obligación de contratar una póliza del Banco de Seguros del Estado (BSE), son algunas de las irregularidades que viene constatando la Inspección General del Trabajo en sus visitas a los hogares para regularizar el trabajo doméstico. 

Entre noviembre del año pasado y lo que va de este, la Inspección General del Trabajo visitó 5.000 hogares. Y allí encontraron mucho más que trabajadoras no inscriptas ante el Banco de Previsión Social (BPS). Si bien este rubro sigue presente, hay otros hechos que el Ministerio viene constatando. Por ejemplo, en gran parte de los casos, los empleadores no tienen contratada la póliza de seguros ante el Banco de Seguros del Estado, informó este lunes Subrayado. 

"A veces piensan que está incluido en lo que pagan en el BPS, y es un trámite aparte que debe realizarse en el Banco de Seguros, que tiene una cuota anual e independiente del BPS”, dijo a El Observador el inspector general del Trabajo, Juan Andrés Roballo. 

El seguro que debe contratarse es el de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. 

El jerarca indicó que la ignorancia no es excusa. "El no saber es relativo. Todos somos empleados o empleadores y cada uno sabe las obligaciones que tiene. Es cierto que quizá hay más confusión o ignorancia. Pero de todas formas constituye una infracción”, dijo. 

El presidente del Banco de Seguros del Estado, Mario Castro indicó a El Observador que la póliza es calculada en base en el jornal de cada empleada, las horas que trabaje y los riesgos que corra al desarrollar la tarea. El organismo acuerda con el contratante la periodicidad del pago. El BSE ofrece contratar una póliza exclusiva para la actividad de las domésticas o un seguro de vivienda donde, además del seguro contra incendio y hurto, se incluye uno para las empleadas. 

Porcentaje alto 

Según Roballo, en las inspecciones se viene constatando un número alto de algún tipo de irregularidad. Sin embargo, señaló que las intimaciones en los hogares siempre son superiores a las irregularidades efectivamente encontradas. Esto se debe a que si el empleador no se encuentra en el hogar no se le pide toda la documentación a la empleada y se lo intima a brindar la información en el Ministerio de Trabajo. "Por eso el porcentaje baja, porque que se lo intime no significa que ese empleador no esté cumpliendo con los requisitos”, indicó Roballo. 

El director dijo también que el porcentaje "alto” de irregularidades que se viene constatando no incluye en todos los casos al trabajo en negro. "Puede haber combinación de irregularidades, hay muchos incumplimientos en distintos aspectos, pero no en todos se refiere al trabajo informal”, señaló. 

Los datos cambian día a día, señaló Roballo, ya que varios empleadores concurren a entregar la información requerida. Por eso aseguró que aún no hay cifras concretas que revelen un porcentaje claro de irregularidades. Las inspecciones continuarán por unas dos semanas más. 

Son más de 50 los inspectores del Ministerio que visitan los hogares para indagar las condiciones de trabajo de las empleadas domésticas. Los cuestionarios a las empleadas incluyen preguntas acerca de los días de trabajo, si se le realizan los aportes al BPS y sobre el pago de salarios vacacionales y aguinaldos. 

Al Ministerio de Trabajo también le interesa saber si la empleada recibe indumentaria para realizar las tareas del hogar. La multa mínima ante cualquier irregularidad es de 8 unidades reajustables (unos $ 4.000). A fines del 2010, la Inspección fiscalizó 3.500 hogares y comprobó que en más del 50% de los hogares se estaba incumpliendo alguno de los puntos que se controlan. 

Fuente: El Observador 

Para mayor información: http://www.elobservador.com.uy/noticia/207446/seguro-de-las-domesticas-un-derecho-ignorado/